sábado, 7 de noviembre de 2015

Comprender la psicosis y la esquizofrenia (editado por Anne Cooke)


Fue enorme nuestra satisfacción al saber que ya teníamos traducción de la imprescindible obra Understanding Psychosis and Schizophrenia, informe de la Division of Clinical Psychology (The British Psychological Society), gracias al trabajo desinteresado de varios traductores y que sin duda debemos agradecer. Creemos que el subtítulo de este trabajo describe de forma precisa su planteamiento:


¿Por qué a veces las personas oyen voces, creen cosas que a otros les parecen extrañas, o parecen estar fuera de la realidad, y qué es lo que puede ayudarles?



Disponemos por fin en castellano de este imprescindible trabajo, resultado de toda una línea crítica en la psicología y psiquiatría actuales que está presente sobre todo en el mundo anglosajón, al menos por el momento. Línea crítica que no sólo denuncia aquello que los profesionales - o la sociedad entera - no hacemos bien a la hora de tratar y cuidar de las personas con psicosis sino, sobre todo, muestra caminos por los que dichas personas pueden encontrar alivio cuando sus síntomas - si queremos llamarlos así - supongan un malestar para ellos. 

Creemos que esta guía es altamente recomendable para cualquier profesional que trate a personas en estas circunstancias, pero sobre todo para dichas personas, que pueden encontrar en ella reflexiones sobre lo que les ocurre, sobre distintas posibilidades acerca de cómo entenderlo y cómo manejarlo y, además, todo un listado de recursos disponibles en internet, tanto a nivel de autoayuda y asociativo como de fuente de conocimiento y opinión en este enfoque de las psicosis y su trato, que no sólo tratamiento.

Nuestro agradecimiento a autores y traductores y nuestra mayor recomendación para este trabajo, que pueden leer y descargar completo  en el siguiente enlace:










4 comentarios:

  1. Interesantísimo y necesario trabajo, para poder escuchar "otras voces". Comparto con su permiso. Gracias ¡¡

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  2. De este esforzado trabajo me ha impresionado mucho el compasivo tono hacia las personas marginadas por anomalías psíquicas y que creo puede incitar a no aplazar más (siempre lo he visto como una cuestión de inapelable tolerancia a ciertos derechos individuales) la actitud de neutralizar responsablemente la aversión al riesgo en aquellos que aun metidos en sus quehaceres cotidianos se encuentran frente a frente con un desconectado individuo psicótico.

    Especialmente valoro las narraciones de experiencias personales (no exactamente todas de procesos crónicos de psicosis pero sí del temple esquizotímico que más o menos todos llevamos incorporado de serie), que salvo por eludir el patetismo del tiempo presente, logran captar la inenarrable piedad con que todo hombre enfrentado a la consciente evidencia de su escisión inconcebible se recibe a si mismo de nuevo al recuperar su ser íntegro (hay quien consigue ser competente para vivir el objetivo delirio o incluso la alucinación como un encuentro, en el mismo instante que se excretó y produjo; pero obviamente se protegieron en todo momento de sí mismos: no es tan común).

    Esa sensación de autoclemencia universal que sobrevuela todo el documento está sugerida y conseguida pero es ciertamente muy real, y creo que reconocerla como necesaria aun en el deterioro es el camino honesto para superar toda clase de autoestigmas y estigmas. Lamentar, eso sí, que del mismo modo la memoria del enfermo recuperado suele ser frágil, este relato del padecer, pase de puntillas sobre esos años de vida útil perdidos que suelen provocar en la mayoría vivencias íntimas tan extremas, y tanto o más dignos de atención.

    Nada por otra parte que objetar a la incuestionable belleza de texto. Sin duda, los ateos nos preocupamos y suicidamos más que los que se apoyan en creencias o emociones tan humanas para comprender la arbitrariedad del mundo físico-químico. Aparte de tener pocos complejos para justificarnos en las farmacias, o cuando fumamos y bebimos inveteradamente, solemos ser peores pacientes y desde luego mucho más antipáticos y cínicos.

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  3. Mi enfoque, completamente interiorizado, está más por que el feo y raro de la fiesta tiene derecho, en el sentido fuerte e individual del término, a ser feo y raro (física o espiritualmente) que convencer a la parroquia de que no fantaseen con la belleza y riqueza. No hay lástima hacia la pobreza o la insania. Ni culpa, de las consecuencias vitales, a veces extremas, de tener en serio tu propio emotivo equipo bonito. Bailo sin verdaderos enemigos. Desde esta perspectiva, solitaria y vibrante pero emocionalmente escéptica, quizá sea más inteligible el anterior comentario mío.

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  4. Whitaker en español:
    http://capitanswing.com/libros/anatomia-de-una-epidemia/

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